¡Así que tu hijo es quisquilloso con la comida!

¡Así que tu hijo es quisquilloso con la comida!

¿Debería preocuparme?

Los niños pequeños y grandes a menudo piden la comida de moda y se rehúsan a comer cualquier alimento con algo de verde o sólo comen alimentos presentados de manera inusual. Tienden a no ocupar el tiempo durante las comidas, perder el interés rápidamente y distraerse. A esto se le llama  "ser quisquilloso" y es muy diferente a un problema alimenticio severo como la neofobia alimenticia (Miedo a los nuevos alimentos), el cual tiende a estar relacionado con problemas de personalidad como la ansiedad, haciéndolo más difícil de superar. Debido a que “ser quisquilloso” es una etapa, generalmente no inhibe el desarrollo saludable de los niños. Sin embargo, la neofobia alimenticia puede reducir la variedad dietética y llegar a ser estresante para los padres y cuidadores.

¿Cuánto tiempo durará esto? Asumo que preguntas desesperada por la nutrición de tu pequeño. Para algunos niños, esta fase puede persistir hasta la edad escolar y bajo las condiciones adecuadas, la mayoría de los niños la superarán espontáneamente. Los niños sanos rara vez dejaran de comer lo suficiente y de hecho son muy buenos para satisfacer sus necesidades diarias de energía, incluso si no es de la forma que nos gustaría que lo hicieran. El mejor consejo es que seas persistente, no te enloquezcas y acepta que esta es una etapa que pasará.  Siempre y cuando le ofrezcas comida saludable a tu hijo, todo lo que puedes hacer es confiar en que lo que él escoja comer sea bueno.

No te desesperes, tranquilízate con el hecho de que el comportamiento de tu hijo es bastante normal y sigue ofreciéndole una amplia variedad de alimentos, junto con un "sabor del mes". Utiliza incentivos como juegos que lo animen y dales un buen ejemplo.

¿Por qué es mi hijo tan exigente con la comida?

Los niños rechazan los alimentos por muchas razones. Puede que encuentren la apariencia y el olor de la comida desagradable o quizás vean a otros miembros de la familia o sus compañeros rechazarla y se pregunten ¿por qué yo si debo comerla? Incluso puede que estén teniendo problemas para agarrar la comida con el tenedor o quizás con ponerla en su boca. Tal vez no se sienten bien o incluso le podrían estar saliendo los dientes. Otra razón podría ser un escepticismo hacia las cosas nuevas o el desarrollo de su capacidad de ejercer su independencia. Como puedes ver, hay muchas explicaciones para ser quisquilloso y cada niño es diferente.

¿Qué puedo hacer para asegurarme de que mi hijo no se dejando de comer lo que necesita?

Forzar a un niño para que coma no es recomendado. Trata de establecer una buena rutina para la hora de la comida y evita que coman la merienda o las onces poco antes de que sea la hora de las comidas principales ya que las estas tienden a ser las más nutritivas.

Pon a que tu hijo escoja ya que es más mucho probable que coma una comida que el mismo eligió.

Otra forma de involucrar a tu hijo en la selección de sus alimentos es permitirle participar en la obtención de estos; es decir: cultivar y recoger vegetales de tu propio jardín, ir juntos a comprarlos al supermercado y animarlo a participar en la preparación de las comidas.

Recuerda que ser exigente es un comportamiento normal para la mayoría de los niños, pequeños y grandes. Debes presentarle las comidas como un tiempo en familia y hacer lo necesario para que sean agradables. No subestimes la importancia de los lazos familiares durante las comidas para el desarrollo general de un niño y no olvides que ellos aprenden de ti, así que dales un buen ejemplo. Puedes intentar inventar formas de incorporar alimentos que no haya recibido y hacer que la comida se vea más atractiva para tu hijo. Retira el plato cuando haya terminado y ofrécele una merienda saludable más tarde si sientes que quizás pueda seguir con hambre.

¿Puedo empeorar las cosas?

No los chantajees, no les ruegues, ni uses trucos o recompensas ya que estos pueden tener el efecto inverso y causar más conflictos. Los niños pueden perder el interés en la comida cuando comer se vuelve estresante para ellos. Tómalo con calma, no apresures a tu hijo mientras come; por el contrario, enséñale a comer lentamente, el cerebro tarda hasta 20 minutos en decirle al cuerpo que ya fue alimentado lo suficiente; Esto también evitará que tu hijo coma en exceso. Siempre y cuando sea posible, procura que tu hijo no coma solo. Nuevamente enfatizo en el valor de la unión durante las comidas para el desarrollo general de tu hijo; Adicionalmente, comer en frente del televisor no es recomendable ya que la comida y las personas deben ser el centro de atención.

Recuerda, ¡depende de los padres y niñeras ofrecerles a los niños alimentos nutritivos entre los que el niño pueda elegir!

¿Cuándo debo preocuparme?

• Algunos estudios sugieren que la mayoría de los niños que son exigentes superarán esta etapa por si solos y a su propio ritmo, en especial si sus ejemplos más cercanos tienen hábitos alimenticios sanos que puedan seguir.

• Un niño puede ser delgado, sano y crecer bien; Otro niño puede tener sobrepeso, aparentar comer poco y necesitar una revisión de su dieta y actividad física.

• Un niño sano no se muere de hambre al negarse a comer.

• Sin embargo, si un niño tiene bajo peso y no parece estar creciendo adecuadamente, debes consultar a un profesional de la salud.

• Debes acudir a un profesional de la salud si se presenta el estancamiento o aumento o pérdida significativa de peso.

• De la misma manera, si todavía estás preocupada por el estado de salud de tu niño, puedes discutir tus preocupaciones con un médico, nutricionista, dietista o pediatra.

Consejos prácticos

• Involucra a tu pequeño en la preparación de comidas, ya sea cocinando, sirviendo, etc.

• Cultiva verduras o tubérculos.

• Se inteligente con los alimentos ocultando frutas y verduras donde puedas: por ejemplo, puedes incluir calabaza en pastelitos, rallar verduras en comidas, agregar puré de fruta a los batidos o incluir fruta en su yogur. Yo trato de considerar el color, así que pongo los vegetales rojos en las salsas basadas en tomate, los blancos en panadería, etc.

• Intenta involucrar a otros a la hora de comer con tu hijo. Por ejemplo, si tu hijo asiste a una guardería familiar, trata de pedirle al cuidador que le dé un almuerzo balanceado al medio día.

• Intenta ser creativa con los alimentos: has cerditos, caras, casas y comenta respecto a los alimentos que tu hijo está seleccionando, por ejemplo, "Oh, Dios mío, ¿estás comiéndote la nariz del payaso, ahora cómo olerá las cosas?". Es una buena forma de hacer que la hora de las comidas sea divertida.

• Considera el uso de cereales fortificados con hierro ya que con éste su cuerpo lo puede absorber más fácil y le ayudará con su crecimiento e inmunidad.

• Se persistente y no te des por vencida. Continúa poniendo una gran variedad de alimentos en el plato de tu niño y no hagas un escándalo si no se los come. Simplemente llévate el plato, ¡incluso si esto significa que el perro se va a engordar un poco! Incluso si no te recibe la comida, estarás familiarizando a tu hijo con estos, que harán parte de su dieta más adelante.

• No permitas que los niños se llenen de galguerías cuando la hora de la comida se aproxima.

• Recuerda que el exceso de leche puede afectar la absorción de hierro así que no confíes demasiado en esta.

• Asegúrate de que todas las comidas, incluyendo aperitivos, incluyan alguna forma de proteína (carne, lácteos, huevo, nueces, semillas, legumbres, pescado, etc.). Puedes moler las nueces y las semillas para añadirlas al desayuno de tu hijo en las mañanas, también puedes complementar con batidos, pastelería, etc. No olvides añadir yogur natural y escoge como complemento almendras, avena o arroz ya que estos contienen alrededor de 100mg De calcio por cada 100 ml. *

• Puedes congelar los batidos y hacerlos bloques de forma tal que sean una comida por si solos.

• Añade premios en pequeñas cantidades a las comidas y alimentos; Por ejemplo, puedes hacer galletas con queso crema y agregar unas cuantas chispitas o agrega pedacitos de banano y congélalo, etc.

• Recuerda siempre darle un buen ejemplo.

• Ten cuidado con la alergia a las nueces *

Esta información ha sido proporcionada por Leanne Cooper de Sneakys baby and child nutrition.

Leanne es nutricionista calificada y madre de dos niños muy activos.

Sus primeros pasitos

De los nueve a los once meses la mayoría de los bebés comienzan su entrenamiento para caminar. Paso a paso, van logrando el control de su cuerpo y el equilibrio que necesitan.

 

1. Arriba y abajo de las escaleras
Alrededor del momento en el que tu bebé ya se sienta sin balancearse y puede andar en cuatro patas, rápidamente descubre las escaleras. No te sorprendas si tu hijo quiere pasar horas en ella. Subir gateando no es ningún problema. El problema está en bajarlas. Con un poco de ayuda de su personal trainer (¡tú!) eventualmente le encontrará la vuelta. Pero recuerda, incluso después de que se haya graduado con un “master en escaleras”, no dejar nunca solo a tu bebé en las escaleras, ni cerca de ellas. Cuando no puedes estar allí para supervisar, pon siempre una baranda de seguridad en el lugar.

2. Parándose
Muy pronto tu bebé estará agarrándose de la baranda de su cuna, de las patas de la silla o de cualquier otra cosa que le permita mantenerse parado. Una vez arriba, tal vez quiera permanecer así todo el tiempo, incluso mientras lo vistes o lo cambias. Encontrará formas de desplazarse: un pequeño paso para el bebé, un salto gigante para convertirse en un deambulador hecho y derecho.

3. Con una ayudita de mis papás
Muchos bebés tienen muchas ganas de caminar, incluso a pesar de que no pueden mantener su equilibrio. Quizás veas a tu bebé hacer pasitos de costado mientras se agarra de la baranda de su cuna o del borde de la mesa. Muchos bebés también adoran practicar sus pasos mientras están agarrados de tus dos dedos índices.

4. Más allá de caminar: habilidades motoras. 
No son solo los llamados “movimientos motores” como el caminar los que están progresando en esta etapa. En los próximos meses, verás que las habilidades motoras de tu bebé, como la coordinación vista-mano, están mejorando increíblemente. Tu hijo muy pronto estará levantando pequeños pedacitos de comida, como cereales, con su pulgar y dedo índice, en vez de usar el "agarrando con una manopla" de los meses anteriores. Los bebés disfrutan poniendo cosas dentro de recipientes, como latas vacías de café, y luego tirándolas afuera. Transforma estas actividades en juegos divertidos para tu bebé y así estimularás estas nuevas habilidades.

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